Breve descripción


Una guía sin más pretensiones que dar una idea básica de cómo disfrutar de 6 días en la ciudad que nunca duerme

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domingo, 27 de junio de 2010

Día 1 - Jueves 10 de Junio del 2010

Empieza el viaje.

Zaragoza - Madrid en coche, sin madrugar demasiado, pero lo suficiente como para evitar algún imprevisto en la carretera.
Llegamos a San Sebastián de los Reyes, donde comemos y dejamos el coche.Salimos para el aeropuerto y a eso de las 15h llegamos y facturamos.El vuelo sale a las 17.20h, sin retrasos...
En 8 horas y 10 minutos (tiempo estimado por el comandante) nos plantamos en el aeropuerto JFK de Nueva York. Son alrededor de las 19.30h hora local.


Al llegar, nos topamos con la inmensa cola de control de extranjeros... después de una hora y media y un control que incluye detección de las huellas dactilares de los 10 dedos de las manos, y detección facial con una webcam, podemos coger las maletas y salir de la terminal 4.

Día 2 - Viernes 11 de Junio del 2010

El primer amanecer en Nueva York... y el primer madrugón (de otros tantos como días estuvimos allí) pero es algo casi obligatorio.

En esta ocasión teníamos contratada una excursión por los barrios periféricos a Manhattan, esto es, Harlem, Bronx, Queens y Brooklyn, por este orden.
La excursión la contratamos desde España con muy poquito tiempo y bastante suerte, porque la confirmamos el día de antes de volar, con la suerte de que había un par de plazas libres justo el día que nosotros queríamos hacer la excursión. No es la típica guía con mucha gente en autobús. Éramos 6 (nosotros 2, y otras 2 parejas, 2 chicos y 2 chicas que había viajado desde Las Palmas, super majos, lo que hizo el día super agradable y entretenido) y nos movíamos en un SUV de 7 plazas.
La ventaja de hacerla en un grupo tan reducido es obvia: es mucho más "a la carta", y te permite alterarla sobre la marcha, parar aquí, bajar allá, comentar esto, fotografías lo otro... buena elección, recomendado! :-)

Día 3 - Sábado 12 de Junio del 2010

El sábado tocaba madrugar (por supuesto) para ir al extremo sur de la isla de Manhattan.

Nos cogimos el metro que nos llevó hasta el Battery Park, situado al sur de NY, y donde se toman los ferrys que llevan tanto a Staten Island, como a Ellis Island y la Estatua de la Libertad.

Nada más llegar al parque, descubrimos la existencia de unas graciosas ardillas (a las que no nos cansamos de fotografiar y grabar en varios infructuosos intentos de que se nos acercaran más, tanto antes como después de coger el ferry).

Optamos por la opción más recomendada en los foros, que es coger el ferry gratuito a Staten Island. No para en la Estatua de la Libertad, pero pasa relativamente cerca (lo que permite verla bien y fotografiarla) y permite ahorrar mucho tiempo, puesto que el viaje son 25 minutos. Una vez allí, si sales rápido del ferry y vas rápido al otro muelle, puedes coger el otro ferry que sale de nuevo hacia Manhattan, por lo que en aproximadamente 1 hora, haces el viaje completo de ida y vuelta, disfrutas del crucero en ferry y de las fantásticas vistas de Manhattan y de New Jersey, y te llevas tus fotos de la Estatua de la Libertad.

Día 4 - Domingo 13 de Junio del 2010

El domingo tocaba madrugar para ir a Harlem a ver y disfrutar de una misa Gospel. La idea era haber ido a la misa de las 8 de la mañana, para luego haber aprovechado más la mañana, pero decidimos (con buen tino) dormir un poquito más y acudir a la "sesión" de las 10 de la mañana. Elección acertada ;-)

Así que metro para arriba hasta la zona de Harlem. Una vez de nuevo en la superficie, nos guiamos por un mapa por algunas calles poco transitadas de Harlem, lo que daba una verdadera sensación de autenticidad. El no ver ni un solo turista por la calle durante ese rato, sino todo gente del Harlem, fue una sensación muy grande.

Una vez que nos acercamos a la iglesia que previamente habíamos elegido (la Mt. Neboh Baptist Church, en la esquina de la 7a -o Adam Clayton- Av con la 114) sí que la presencia de turistas se hizo más evidente. Disfrutamos de la llegada de la gente a la iglesia con sus típicas vestimentas y entramos. Nos pusimos arriba (mucho mejor para no molestar si te quieres ir antes de que acabe del todo) y vimos y disfrutamos del "espectáculo" porque, verdaderamente, es todo un espectáculo. Sinceramente, lo que se ve en las series o películas se queda hasta corto. Cantos, coros, música en directo, la gente cantando, gritando, saltando, corriendo por los pasillos, entrando en trance... la primera hora y pico fue genial. La segunda parte, más centrada en los sermones, un poco más aburrida, pero auténtica también. A la hora y tres cuartos o así, decidimos salirnos. Experiencia totalmente recomendable!

Día 5 - Lunes 14 de Junio del 2010

El lunes lo reservamos para visitar las cosas que teníamos más cercanas al hotel y, sobre todo, para intentar ir a algún musical a Broadway. Nuestro espectáculo favorito para ir, Chicago.

La mañana empezó caminando por Lexington Av. hacia el sur, hacia el downtown donde, en apenas un par de calles, nos encontramos con el Edificio Chrysler, con sus tapacubos y radiadores de coches Chrysler en la parte alta de la fachada del rascacielos.




Día 6 - Martes 15 de Junio del 2010

El último día lo reservamos para hacer algunas compras de última hora, pasear por ahí y poco más.

Aún nos dió tiempo de acercarnos a una tienda Levi's, a la tienda de electrónica B&H, de nuevo a Chinatown a por algunos souvenirs, etc.

Comimos algo rápido en un parque que nos encontramos de repente, sin esperarlo cerca de Times Square, el Bryant's Park, al lado de la 42.
Se trata de un "parque de lectura" en el que había dispuestas una gran cantidad de sillas y mesas dipersadas por el parque, incluso por el césped.
Lo que nos encontramos allí fue un montón de gente comiendo, tomando algo, sentada leyendo o, simplemente, tomando el sol. La mayoría de la gente se veía que trabajaban en alguno de los edificios de oficinas de alrededor.



Con poco tiempo ya por delante (nuestro avión salía a las 9, y a las 5 y cuarto nos pasaban a buscar por el hotel) decidimos ir yendo para el hotel de nuevo, a esperar en el hall a que se hiciera la hora (triste) de irnos.
El resto de la tarde la pasamos ya en el aeropuerto, esperando la salida del avión. Salió sin retrasos por lo que, tras unas horas de vuelo, aparecimos en Madrid al día siguiente, a eso de las 11 de la mañana.

Tras un par de días en Madrid aprovechando para visitar a la familia, llegamos el viernes a Zaragoza y dimos por concluidas estas fantásticas vacaciones.